miércoles, 25 de abril de 2012

La torre

Este cuadro es uno de los que hice con 13 años, no los tengo ordenados por fecha de realización, pero para haceros una idea de lo que hacía, creo que vale. Hoy éste, mañana otro y así hasta que estén todos puestos.

Recuerdo las clases con alegría, lo pasábamos muy bien. Los primeros años la profesora se quedaba con nosotras, pero poco a poco confió  y nos dejaba solas. Podía hacerlo, íbamos a pintar, no a hacer tonterías.

Su nombre era Adelina, una mujer especial, vivía en su mundo de pintura y restauración, y no sólo supo enseñarnos a pintar, sino hacérnoslo  amar.

jueves, 19 de abril de 2012

La historia

De siempre me ha gustado pintar, empecé con 9 años. Recuerdo que fue mi regalo de cumpleaños, era la máxima ilusión que tenía, y lo logré. Para ello debía quedarme sin el recreo del colegio dos días a la semana, ya que era en ese ratito cuando íbamos a pintar, pero no me importaba, al revés, disfrutaba muchísimo. Éramos pocas en el estudio de pintura del colegio, algunas mayores y nosotras, varias amigas de la misma clase. Es curioso, pero la mayoría de las que empezamos así, terminaron dedicándose profesionalmente al arte, bien como restauradoras de prestigio, bien como profesoras de arte y todas siguen pintando.

Cuando empecé las clases, la profesora consideró oportuno que trabajara con acuarelas. Cada vez que terminaba alguna la llevaba a casa toda orgullosa y mis padres alababan mi trabajo. Cuando tuve 14 años, al verlas me preguntaba cómo era posible que pudieran decir nada bueno de ellas. Mi padre me confesó que tenía miedo de haber cometido un gran error al permitir que fuera a las clases, mis acuarelas eran espantosas!! Cuando pasé al óleo la cosa mejoró un poco.

Yo pinté desde los 9 hasta los 18 años, la vida nos lleva por donde quiere y dejé de hacerlo para dedicarme a estudiar y a crear mi vida, sin embargo, nunca dejé de tener esa ilusión, ese deseo de pintar y expresarme con los pinceles. Bien es cierto que no soy más que una aficionada, pero disfruto cuando pinto, es de las pocas actividades, junto con la cocina y la lectura, que logran que deje de pensar, que me permiten abstraerme en mi interior haciendo que las horas vuelen sin sentir.

Retomé la pintura hace muy poco tiempo, y he vuelto a aprender a pintar, pero todo eso lo iré contando a medida que ponga los cuadros. Iré poniendo fotografías de los cuadros que me quedan de mis inicios y de la evolución que tuve. No los tengo todos, muchos los regalé y otros simplemente se perdieron por el camino.

Espero que paséis un buen rato con ellos y que seáis benévolos conmigo!