jueves, 31 de mayo de 2012

Otoño

Es el último de la serie, el otoño. ya os he comentado que mi padre me los compró para su despacho, o mejor dicho, para la oficina. Al poco tiempo de llevárselos, mi padre murió. Tenía yo 15 años y él 45. Siempre he pensado que fue injusto, ya no sólo por mí, o por mi madre o mis hermanos, no, en este caso es por él. Era un hombre vital, que amaba la vida, que la disfrutaba, y lo que es mejor, que sabía hacer que los demás la disfrutaran. Somos cinco hermanos, y cuando alguna vez hemos hablado de cómo nos sentíamos con respecto a mi padre, descubrimos que todos creíamos ser su favorito. Conseguir eso con cinco hijos no es fácil.

Pero la vida es como es, y no la podemos cambiar, por mucho que lo deseáramos.


sábado, 26 de mayo de 2012

Verano

Éste es el siguiente de la serie, el verano. Hoy los veo, recuerdo todo lo que pasó ese año y me embarga una tristeza profunda. De nada sirve, soy consciente de ello, pero a veces pienso en lo que podría haber sido si las cosas no hubieran sucedido como sucedieron. Suelo no pensar en ello, puesto que no se pueden cambiar. Pero cuando me dejo llevar por la melacolía, no puedo evitarlo.







domingo, 13 de mayo de 2012

Primavera

Éste corresponde a una serie de tres que empecé con 14 años también. Lo significativo de ellos es que mi padre me los compró para su despacho. El primero fue éste, la primavera. No me dijo nada sobre su intención y yo seguí pintando. Siempre me animaba, cada vez que llevaba un cuadro a casa lo elogiaba en su justa medida, hacía crítica constructiva, y eso no tiene precio. En aquella época había sufrido su primer infarto, del que nunca se recuperó del todo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

El puerto



Este cuadro me gusta. Perdonad las fotos, que no son de las mejores que he hecho, pero bueno, se ven, que es lo importante. Lo hice con 15 años, y no tiene perdón que cometiera tantos fallos elementales de dibujo y volumen, pero tiene su aquél...