viernes, 27 de septiembre de 2013

El Cristo de los Faroles

Y éste fue el primero de verdad. Estoy francamente orgullosa de él. Me costó bastante hacerlo ya que fue retomar el contacto con los pinceles, con las espátulas, con el dibujo (que no es mi fuerte) y con las ganas de hacer cosas. Fue un momento de mi vida bonito, con ilusiones y deseos. Cada día iba a pintar, a disfrutar de ello.

Inicié una etapa personal productiva en todos los sentidos, menos triste de lo habitual por aquella época. Fue bonito!

Vuelta a pintar




Bueno, fue mi vuelta a la pintura, ya de bastante mayor, hace unos cuator o cinco años. Ni se ve bien, ni me gusta. Me costó un disgusto con el profesor de entonces, y está lleno de rabia. Me molesta la gente que no acepta otras visiones ni otras opciones, que no dan libertad de expresión, creyendo que lo suyo es lo mejor. Pero bueno, ahí está. y no reniego de él.